Abrazo la playa.

Siento que estoy despidiendo una etapa y caminando hacia la siguiente.
Después de ser un mar en tempestad pasé a ser un oleaje que intentaba volver a la calma. Ahora siento que abrazo la playa y arrastro su arena hacia mis aguas y mis aguas la mojan y nos mezclamos.
El sol comienza a reflejarse en mis aguas y no me da miedo mirarlo de frente. Me recarga para cuando el cielo se nuble.

Beatriz Díaz.

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