Ayer se celebró el día de la poesía y tuve la suerte y el orgullo de acompañar a mi jovencísima prima Carla Muñoz a un recital. Ella tiene la sensibilidad propia de los artistas y como a éstos les suele suceder, una inclinación natural hacia las artes y es en el dibujo e ilustración donde destaca de una manera impresionante.
Disfruté muchísimo escuchando recitar a los participantes, la mayoría pertenecientes a un club de poesía.
Algunos asistentes se animaron a escribir sobre sus recuerdos infantiles, otros confesaban que sus escritos eran hijos del desamor, hay quien nos deleitó recitando coplas de memoria y con mucho garbo, extranjeros haciendo algo tan difícil como expresar sentimientos, y de que manera, en esta nueva lengua, nuestra y ahora de ellos (ella).
Y hablando de idiomas, también salieron variantes extremeñas que aún se conservan pero que por mi mala cabeza, no recuerdo.
Hubo dedicatorias a las que una madre y una hermana respondieron con lágrimas de emoción y que a mí casi me contagian.
Y por haber, hubo hasta un «desliz» escondido bajo la cama.
Hubo amigos escuchando a los suyos recitar y los que también escucharon silentes, fueron los libros que reposaban en las estanterías de la Biblioteca Municipal de Camarena un lugar mágico, sin duda, y con mucho cuento.
Descubrí a una bibliotecaria entusiasta que yo la imaginaba como un hada de los libros y un duende nos regaló lo que veis en la foto, y ya sabéis que me encantan los marcapáginas.
Al final, me invitaron también a mi a recitar, yo no llevaba nada preparado, solo iba a escuchar y no suelo escribir en el móvil sino en papel…. pero recordé que tenía un cuento infantil en el correo, así que lo abrí y lo conté.
Cuando les miraba me gustaba lo que veía, sus ojos y labios se sonreían y yo me imaginaba que sus niños interiores afloraban.
¡Que suerte tuve!
Y al finalizar me mimeticé(no se si lo digo bien) con la gente y me contaron y les conté…
Volví con el corazón lleno de versos y como coda, ensayo general con mi querido Coro Valmojado Santísimo Cristo del Amparo.
Y a los versos, les sumé melodías y canciones. Y todos mecieron mi sueño en la noche🌙.
